La vida tiene sus dulces ironías, ya lo ves…
En este país, hace más de diez años, pude conseguir apenas un solo disco del grupo chileno “Los Tres”. Buscar otros títulos de los tantos que ellos han editado era, simplemente, pedir peras al olmo.
En aquel entonces éramos, acaso, cuarenta gatos y nada más quienes admiraban a aquella banda.
Hoy en día me parece que se han sumado apenas unas veinte personas más a este deleite. Por ello nosotros creemos que “Fome” es un disco que entra de lleno en la lista de los 10 mejores discos de la historia del rock y, claro que sí, de mi discoteca. Al igual que “Fuga”, de Los Peligrosos Gorriones o “London Calling” de The Clash. Yo no puedo dejar de oír “Fome” con la misma emoción que tuve al hacerlo la primera vez. Y pensaba que así iba a quedar para siempre. Mi pequeño secreto argentino: Los Tres, mi gran amor chileno.
Hoy, luego de conocer a D.k., este noble y magnífico disco tiene otro significado. O quizá se haya agregado un nuevo significado al anterior, ya que al oírlo y cantarlo, particularmente bien al palo mientras me ducho, siento que ella, mi chilensis, está cerca de mí todavía.
Por eso ahora cada vez que escucho a “Los Tres” sé que voy a disfrutar su música como siempre lo hice, pero hoy logrando el enriquecimiento de mi diálogo con D.k.. Porque no sólo pienso y recuerdo. También la oigo, y le respondo, cantando bajo la ducha, aunque la enorme montaña quiera decirnos No.
En este país, hace más de diez años, pude conseguir apenas un solo disco del grupo chileno “Los Tres”. Buscar otros títulos de los tantos que ellos han editado era, simplemente, pedir peras al olmo.
En aquel entonces éramos, acaso, cuarenta gatos y nada más quienes admiraban a aquella banda.
Hoy en día me parece que se han sumado apenas unas veinte personas más a este deleite. Por ello nosotros creemos que “Fome” es un disco que entra de lleno en la lista de los 10 mejores discos de la historia del rock y, claro que sí, de mi discoteca. Al igual que “Fuga”, de Los Peligrosos Gorriones o “London Calling” de The Clash. Yo no puedo dejar de oír “Fome” con la misma emoción que tuve al hacerlo la primera vez. Y pensaba que así iba a quedar para siempre. Mi pequeño secreto argentino: Los Tres, mi gran amor chileno.
Hoy, luego de conocer a D.k., este noble y magnífico disco tiene otro significado. O quizá se haya agregado un nuevo significado al anterior, ya que al oírlo y cantarlo, particularmente bien al palo mientras me ducho, siento que ella, mi chilensis, está cerca de mí todavía.
Por eso ahora cada vez que escucho a “Los Tres” sé que voy a disfrutar su música como siempre lo hice, pero hoy logrando el enriquecimiento de mi diálogo con D.k.. Porque no sólo pienso y recuerdo. También la oigo, y le respondo, cantando bajo la ducha, aunque la enorme montaña quiera decirnos No.
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