Inauguramos este nuevo siglo como es debido: con el mismo conservadurismo chacarero, con la misma xenofobia citadina, con el mismo tradicionalismo folclórico, con la misma adulación europeísta de la generación del 80’, con los mismos próceres siempre incuestionables, con la misma capacidad de olvido, con los mismos partidos patriarcales, con las mismas represiones, con los mismos autoritarismos de costumbre, con los mismos golpes a la educación, con los mismos salarios, con la misma insuficiencia pública, con la misma libertad del genocida, con la misma exportación primaria, con los mismos prófugos, con la misma salud insalubre y con los mismos ciento noventa años de falsa independencia.
Sin embargo, los relatores de la realidad se llenan la boca pregonando que hemos cambiado pues supimos concebir el consumismo, la globalización y el multiculturalismo. “¡Somos el Mundo!” Gritan los olvidadizos. “¡Somos el Mundo!” Gritamos sin pensar. “¡Somos el Mundo!” Gritan los hombres para olvidar que pudimos haberlo sido apenas ciento noventa años atrás.
Sin embargo, los relatores de la realidad se llenan la boca pregonando que hemos cambiado pues supimos concebir el consumismo, la globalización y el multiculturalismo. “¡Somos el Mundo!” Gritan los olvidadizos. “¡Somos el Mundo!” Gritamos sin pensar. “¡Somos el Mundo!” Gritan los hombres para olvidar que pudimos haberlo sido apenas ciento noventa años atrás.
2 comentarios:
Desde mi laburo y escuchando de fondo a Luca Prodan (así de regia...) "Yo quiero a mi bandera...que me pisen ,que me pisen..." Me encuentro con este relato... y que más pertinente podría ser!!!
Sólo me viene al cuerpo un deseo, y es corear contigo al unisono..."La Victoria es Nuestra!!!
Se pueden undir en su mierda...
Vida, ya lo vamos a gritar los dos juntos, allá, frente al mar, el tuyo, al que tanto deseo conocer... Conocerte, como la profunidad del pacífico.
Te quier Dayana. Soy Tuyo.
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